Con motivo de la 128 Peregrinación Anual a la Basílica de Guadalupe miles de fieles convocados por el Arzobispo de Puebla concurren a los pies de la Morenita del Tepeyac unos en vehículo, otros en carreras de relevos, a pie o en bicicleta.
Esta peregrinación anual fue instituida en 1887 por el Obispo José María Mora y Daza por sugerencia del sacerdote Ramón Ibarra y González, a quien el Obispo nombró Presidente de la Comisión Organizadora. Entre las peregrinaciones más notables se encuentra la de 1904, año en que la Diócesis de Puebla fue erigida Arquidiócesis, el 8 de febrero, teniendo como primer Arzobispo de Puebla a Mons. Ramón Ibarra y González.
Las Peregrinaciones iniciaron en la Iglesia antes de la paz otorgada por el emperador Constantino en el 313. Las más antiguas peregrinaciones cristianas tenían como destino Roma, Tierra Santa y las tumbas de los mártires. Las peregrinaciones en honor a la Bienaventurada Virgen María cobran fuerza entre los siglos V-VII principalmente en Nazaret. Pero, no es sino hasta los siglos XIV-XVII cuando lograron su más alto esplendor y participación.