El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) confirmó la existencia de un templo prehispánico oculto en el cerro de San Miguel en Atlixco, Puebla.
Los restos prehispánicos fueron encontrados durante obras ordenadas por el gobierno local y estatal para renovar la iluminación de la capilla de San Arcángel y rehabilitar los andadores y miradores. A la par, especialistas del INAH Puebla indagaron en el atrio del templo católico.
Miguel Medina Jaen y Carlos Cedillo Ortega fueron los arqueólogos que coordinarán dicho proyecto. Por lo cual llegaron a la conclusión de que estos rellenos fueron obra de los antiguos pobladores de Atlixco, antes conocido como Cuauhquechollan, que significa "el lugar del águila del plumaje precioso". El objetivo de esta infraestructura fue nivelar la cima rocasa de origen volcánico, la cual tiene forma piramidal.
Entre la tierra y las rocas había fragmentos de vasijas de barro, herramientas y ornamentos de piedra. Los expertos estiman que estos vestigios datan del primer milenio de nuestra era, que corresponde del periodo Preclásico Tardío al Posclásico Temprano de los mesoamericanos.