El río Santa Elena nace del Iztaccíhuatl con aguas cristalinas y rápidamente se une en su cauce al Acotzala que contamina sus aguas por los residuos de las empresas textilerías asentadas como la textilería Maytex que hoy ha pintada el líquido de estos afluentes de un color rojo intenso, cual si fuera sangre.
Habitantes de San Salvador el Verde, una de las regiones por donde pasan estas aguas han denunciado qué esta situación se ha presentado por lo menos desde hace 2 décadas, por lo que exigen la clausura de esta empresa que vierte sus aguas sin tratar y que pone en riesgo la salud no solo de los habitantes de San Salvador sino de cientos de personas más pues esta agua contaminada desemboca en el río Atoyac, urge la intervención de las autoridades para garantizar el saneamiento de las aguas de las empresas.