Las gigantescas calderas que se dirigen a la refinería de Tula, Hidalgo, y que atraviesan Querétaro, no podrán pasar por caminos con puentes, lo que obliga a la búsqueda de rutas alternas, informó Javier Amaya Torres, titular de la Coordinación Estatal de Protección Civil de Querétaro (CEPCQ). Para abordar esta situación, se realizó una reunión con autoridades de los tres niveles de gobierno, donde se discutió, además, el retiro y recolocación de cables eléctricos que obstaculizan el paso de las estructuras de Petróleos Mexicanos (Pemex).
El funcionario destacó que el objetivo es minimizar las afectaciones a la población y que cualquier infraestructura retirada, como cables eléctricos, sea restituida inmediatamente. La coordinadora de la Comisión Estatal de Infraestructura (CEI), Sonia Carrillo Rosillo, detalló que el paso de las calderas por Querétaro tomará alrededor de tres semanas, moviéndose solo entre las 10:00 p.m. y las 4:00 a.m. Además, una fianza de 20 millones de pesos ha sido depositada para cubrir posibles daños en las carreteras y caminos estatales durante el traslado.