El ausentismo de padres de familia es un fenómeno que puede tener consecuencias significativas en el desarrollo y bienestar de los niños, advierten expertos.
Cuando los padres están ausentes de la vida de sus hijos, ya sea física o emocionalmente, los niños pueden experimentar una serie de desafíos emocionales, sociales y académicos.
La ausencia física de los padres puede deberse a diversas razones, como compromisos laborales prolongados, migración, separación o divorcio.
En algunos casos, los padres pueden estar presentes físicamente pero ausentes emocionalmente debido a la falta de conexión emocional, tiempo de calidad o participación activa en la vida de sus hijos.
Recientemente el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que se identificaron 38.8 millones de hogares, de los cuales, en 78.1% había al menos una persona que requería apoyo o cuidados.
En promedio los menores que se quedaron solos lo estuvieron tres horas con 54 minutos al día; en el caso de los hogares con jefatura femenina fue cuatro horas con 30 minutos.
Expertos ven con buenos ojos que las madres y padres se apoyen de redes cercanas para la crianza y cuidado en estos tiempos.