Una vez más, el Centro Histórico de Querétaro abrió sus puertas para celebrar, en esta ocasión, el 214 aniversario de la Independencia de México.
Ante el cierre de múltiples vialidades del primer cuadro de la ciudad, las calles fueron peatonalizadas y eran resguardadas por elementos de la Policía Municipal capitalina, de la Policía Estatal y del Ejército Mexicano.
Las personas, deseosas de celebrar, caminaban sobre los adoquines rumbo al jardín Zenea y Plaza de Armas, donde se instalarían dos escenarios; sin embargo, para llegar a ellos, tenían que pasar entre múltiples filtros de seguridad.
Para esta fecha, los negocios lucieron decoraciones con los colores patrios, con globos, banderas y carteles, con leyendas que festejaban la vida del México Independiente.
Los asistentes portaban, en su mayoría, algún distintivo mexicano, pero para los despistados, los vendedores ambulantes ofrecían vestidos, moños, sombreros y banderas para el grito, programado a las 11 de la noche.
Durante la espera, algunas personas decidieron bailar en pareja en el Zenea.
Otras recargaron energías con comida mexicana en los puestos ambulantes y otras participaron en una ola humana en avenida Corregidora.
A la par, las agrupaciones de Mariachi Gama 1000 y la Banda de Música del Estado, así como artistas de la talla de Kika Edgar, Pablo Montero y Gerardo Urquiza, amenizaban el ambiente.
Fue al punto de las 11 de la noche cuando el gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri González, llevó a cabo el acto protocolario desde Palacio de Gobierno, donde en 1810 Josefa Ortiz de Domínguez avisó a Allende e Hidalgo que la insurrección había sido descubierta.
Tras 214 años, Kuri González, enunció: "Viva Querétaro.", seguido de tres "Viva México".
Posteriormente se entonó el himno nacional desde Plaza de Armas, y aunque era inaudible desde el jardín Zenea, los presentes lo entonaron acapella.
Finalmente, los asistentes se retiraron, algunos a sus hogares, y otros, a seguir la fiesta.