César Valiente tiene 20 años trabajando en funerarias, ramo en el que se ha desempeñado desde chófer de carrozas hasta como preparador de cuerpos. En su trayectoria en muchas funerarias de las más conocidas, tiene anécdotas que a la fecha le erizan la piel recordando experiencias en la morgue y llantos desconsolados de niños en solitarios el estacionamiento de una de las funerarias más antiguas del centro histórico.