El presidente municipal de Querétaro, Felipe Fernando Macías Olvera, reiteró que no permitirán el comercio ambulantaje en el Centro Histórico.
A través de un video compartido en sus redes sociales este domingo, en donde se encontraba rodeado de comerciantes establecidos, el alcalde expuso que no permitirá el ambulantaje ni "el secuestro de calles ni andadores".
"A quienes han pretendido apropiarse de la vía pública y la Alameda por medio del ambulantaje fuera de la ley, les decimos que no cederemos y nos ocuparemos de mantener el orden y el rumbo", comentó.
En el mismo discurso, comentó que en los primeros días de su gestión implementó un modelo de promoción de los artículos de comerciantes establecidos en hoteles, tiendas de conveniencia y grandes eventos.
También enfatizó que uno de cinco grupos de comerciantes de la zona no aceptó dialogar ni colaborar con el gobierno municipal, y que éste ha repetido "conductas ilegales".
Finalmente, compartió que su plan de "orden" seguirá en marcha pese a las recientes manifestaciones:
"Juntos, ciudadanos y gobierno vamos a defender y a promover una ciudad ordenada y justa donde se respete la ley", culminó.
El recuento de los hechos
Las declaraciones de Felipe Macías se dan en el contexto de la detención de cuatro manifestantes durante la mañana del viernes 25 de octubre.
Los manifestantes eran comerciantes ambulantes pero que no se encontraban vendiendo ningún producto al momento de los hechos.
Además, al menos dos personas fueron mordidas por un perro de la Policía Municipal, el cual no contaba con bozal. Esta situación fue justificada por el edil, quien dijo que se le cayó después de que uno de los manifestantes le diera una patada al can.
Ante al actuar policial que fue calificado como "represivo"por los comerciantes, los mismos bloquearon la intersección de avenida Zaragoza y avenida Corregidora durante casi dos horas.
El tráfico fue liberado después de un despliegue de 120 elementos de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal de Querétaro (SSPMQ), que derivó en la detención de otras cuatro personas, incluidas dos estudiantes de la UAQ.
Cerca de las 6:30 de la tarde, un contingente de activistas se concentró con cacerolas en el jardín Zenea y partió rumbo a Plaza de Armas para exigir la liberación de los comerciantes detenidos. Durante el recorrido, los manifestantes calificaron la estrategia de "orden" como "racismo".
Los manifestantes derribaron entre jaloneos y empujones con autoridades estatales las vallas que impedían el acceso a Plaza de Armas, en el andador 5 de Mayo, debido a que se realizaba el encendido del altar colocado en frente del Palacio de Gobierno con motivo de las celebraciones del Día de Muertos.
Finalmente, los manifestantes se movilizaron al jardín Guerrero, donde se encontraba un grupo de comerciantes que esperaba respuesta de la situación de los detenidos.
Posteriormente, ambos grupos regresaron a Plaza de Armas y colocaron dos muñecas Lele frente a la puerta del Palacio de Gobierno, mientras los presentes coreaban en conjunto "el pueblo unido jamás será vencido".