La Secretaría de Salud del estado de Querétaro, se une a las actividades del Día Internacional de la No Violencia, conmemorado cada 2 de octubre, en homenaje al aniversario del nacimiento de Mahatma Gandhi. La mejor manera de contrarrestar la violencia es prevenirla, tratando sus orígenes y causas estructurales. La prevención debe comenzar en las primeras etapas de la vida, mediante la educación de los niños y niñas que promueva las relaciones de respeto y la igualdad de género, así como una cultura de paz. El trabajo con jóvenes es la mejor opción para lograr un progreso rápido y sostenido en materia de prevención y erradicación de la violencia, se trata de una época crucial donde se forman los valores y normas relativas a la igualdad de género.
Servicios de Salud del Estado de Querétaro (SESEQ) cuenta con un programa específico de Prevención y Atención a la Violencia Familiar y de Igualdad de Género en Salud, a través del cual, se ejecutan estrategias preventivas, como talleres Prevención de la Violencia Sexual Comunitaria y Violencia en el Noviazgo, impartidos por psicólogos.
También se cuenta con la estrategia de reeducación, la cual se lleva a cabo mediante el curso-taller para mujeres "Vida y Desarrollo", cuyo objetivo es que las asistentes desarrollen nuevas habilidades y formas de comportamiento que les permita establecer relaciones de pareja en un plano de igualdad, identificando y desarticulando dinámicas de violencia ya sea con la pareja, hijas e hijos.
Los tipos de violencia más frecuentes observados en la población joven incluye: la violencia autoinflingida, interpersonal y colectiva siendo las dimensiones física, psicológica, sexual y por negligencia las más comunes. Algunos de los ejemplos son las bromas, apodos, chistes, manipulación, ofensas, humillaciones o devaluaciones; en la esfera física, golpes y jalones. Respecto de la violencia sexual comunitaria, es el acoso sexual, siendo cada vez más común el uso de medios electrónicos como el bullying cibernético.
La violencia se define como el ejercicio del poder mediante el uso de la fuerza para producir un daño, y será el resultado de la acción recíproca y compleja de factores a nivel individual, relacional, comunitario y social. Al tratarse, sobretodo, de comportamientos aprendidos, pueden modificarse. Es por ello que, apostarle a la prevención de la violencia será siempre el mejor acierto para lograr vivir en una cultura de paz.