Aracely Chávez Hernández es madre de una hija que hoy es atleta de alto rendimiento, pero que siendo una recién nacida la tuvo que acompañarla diariamente a su trabajo en una carnicería; lugar en el que hoy festejó el 10 de mayo, sacando cortes y aplanado bisteces.
Aracely, como le dice su clientela, afirma sentirse muy agradecida de tener su trabajo ya que éste, le ha permitido sacar adelante a su hija y tener una manera digna de vivir.
Dice que se siente orgullosa de haber roto el paradigma de que una mujer no puede cargar reses o afilar cuchillos.
Dijo que algunas veces los festejos escolares del 10 mayo tuvieron que esperar; aunque hoy ve los resultados de ser mamá trabajadora sin días de descansos.