El presidente de la Unión Ganadera de Querétaro, Romualdo Moreno Gutiérrez, reconoció que debido a la sequía, algunos productores ganaderos se vieron obligados a reducir su hato en un 30 por ciento. Esta medida preventiva se implementó para evitar la muerte del ganado por falta de alimento y agua.
Moreno Gutiérrez explicó que, aunque las recientes lluvias han mejorado las expectativas tras varios meses de sequía, especialmente en la sierra y el semidesierto queretano, la reducción del hato era una recomendación necesaria. "Tuvieron que bajar el número de cabezas, el hato ganadero, 30 por ciento mínimo. Lo importante aquí era la recomendación que nosotros les dábamos y ellos lo saben", comentó.
Indicó que esta estrategia de reducir el número de cabezas de ganado se aplica casi todos los años para prevenir la mortalidad del ganado en periodos de escasez hídrica. "Habría que bajar el número de hato, el número de cabezas, venderlas para que no tuvieran al rato muerte por el tema de alimentación y también por el tema del agua", agregó.
Finalmente, el presidente de la Unión Ganadera expresó optimismo respecto a las expectativas de lluvias para este año, señalando que un incremento en las precipitaciones podría mejorar significativamente el rendimiento de la producción ganadera en Querétaro.