Se encienden las alertas por la reforma electoral.
Aunque López Obrador ganó en elecciones hechas por el Instituto Nacional Electoral (INE), dice que es un órgano "caro y que no garantiza elecciones libres", especialistas afirman que la evolución del INE permitió la alternancia y el presidente quiere el control de los órganos electorales.
José Woldenberg, expresidente del Instituto Federal Electoral (IFE), asevera, "su propuesta es, perdón que lo diga así, es la peor que he escuchado en todos estos 30 o 40 años".
Se eliminaría al INE y a los 32 institutos y tribunales estatales. El Instituto Nacional de Elecciones y consultas realizaría todos los comicios del país.
Carolina del Ángel Cruz, Consejera electoral del IECDMX, indica, "con propuestas como la nacionalización de la función electoral, que no es otra cosa, otra vez que centralización, sin recordar que en ella estaría perdiendo no solo el federalismo, sino la propia democracia como la concebimos hoy".
Los consejeros del INE y del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) serían propuestos por los tres poderes y elegidos por los ciudadanos.
José Antonio Carrera Barroso, especialista en sistemas electorales, asegura "un consejero y una consejera electoral deben ser autónomos a todas las fuerzas, personas, empresas, partidos políticos.
José Woldenberg, agrega, "supongamos que los que ganan son los 7 planteados por el presidente de la República, ¿qué autonomía, qué va a decir el resto de los partidos, qué van a decir los ciudadanos, la prensa, los académicos?
Se propone disminuir el financiamiento a partidos, el número de senadores y diputados federales, así como diputados locales y regidores. Se determinarían por la población y listas de partido.
Alejandro Romero Millán, subcoordinador del Capítulo de Derecho Electoral en la Barra Mexicana, asegura "nos va a llevar a un probable elitismo político de designación en el que se van a repartir los cargos en función de las élites políticas y no vamos a permitir que haya otros actores".
Se propone elevar a rango constitucional el voto electrónico, pero no se definen procesos ni tempos. En los foros de la Cámara de Diputados también se ha hablado de la segunda vuelta y del voto en el extranjero, pero la mayoría coincide en perfeccionar el sistema actual, no destruirlo; aunque algunos defienden la iniciativa.
Benjamín Robles Montoya, diputado federal del PT, apunta "vemos con buenos ojos el rediseño institucional tanto de la legislación como de manera particular del órgano electoral".
En materia democrática, México se ubica en el lugar 86 de 167 países; avanzar o retroceder está en manos del congreso, donde la oposición advierte que no pasará la reforma, que requiere 334 votos que Morena y aliados no tienen.