La Secretaría de Salud del estado de Querétaro se une a la conmemoración del Día Mundial de la Salud Mental, con el objetivo de recordar que la salud es el estado de bienestar físico, mental y social, y que no se refiere únicamente a la ausencia de enfermedades.
Para el año 2020 el lema es "Salud Mental y bienestar, una prioridad global".
Los trastornos mentales están vinculados con factores genéticos, psicológicos, neurológicos, ambientales o sociales, entre otros, por lo cual su tratamiento requiere de un equipo multidisciplinario (médico, psicológico, de psiquiatría), cuya finalidad es mejorar la calidad de vida de la persona.
El Instituto Nacional de Psiquiatría "Ramón de la Fuente" (INPRF) ubica en la población mexicana en el año 2020, a la depresión con 7%, trastornos de angustia y pánico con 7%, trastorno bipolar con 1.6%, esquizofrenia con 1.0% y trastorno obsesivo compulsivo con 1.0%, y el suicidio está asociado a los trastornos mentales.
De acuerdo con el Centro Estatal de Salud Mental (CESAM), la población usuaria en 2019 presentó trastornos afectivos en 55.5%, trastornos de ansiedad en 15.6%, trastorno por déficit de atención con hiperactividad en 10.9%, esquizofrenia en 5.8%, y retraso mental en 2.4%.
Los datos también sugieren que el consumo de drogas y los trastornos alimentarios están asociados a los trastornos mentales.
Algunas recomendaciones para mantener la salud mental son las siguientes:
Mantenerse activo, ya que realizar ejercicio físico a diario puede reducir el nivel de actividad fisiológica que se asocia al estrés, la ansiedad o la ira, por lo tanto, aumenta el bienestar personal.
Dormir entre siete y ocho horas diarias, pues este hábito mejora el rendimiento físico e intelectual.
Comer bien, limitando las grasas, azúcares, alcohol y aumentando el consumo de productos frescos como verduras, frutas, legumbres, pescados azules, entre otros, protege la salud del cerebro.
Cuidar y mantener las relaciones con otros o iniciar nuevas relaciones son de ayuda para ciertos problemas como la ansiedad o el estrés, evitan el aislamiento y mantienen más activo nuestro cerebro.
Realizar alguna actividad placentera permite mejorar el estado de ánimo; al estar contento se afrontan mejor las responsabilidades diarias laborales o familiares.
Establecer objetivos diarios permite comprometerse, alcanzar metas y estar satisfecho. Es importante también, practicar la relajación para reducir el estrés.
La pandemia ha modificado la vida cotidiana y con el aislamiento, la movilidad limitada, etcétera, el componente psicológico comienza a verse afectado, en específico, lo referente a las emociones.
Las personas usan diferentes estrategias para regular las emociones, entre las principales se encuentra el cambio de pensamiento, que se refiere a una reevaluación de la situación para alterar el significado emocional del evento y cambiar la forma de pensar acerca del mismo, de manera que sea menos dañino, por ello, es importante considerar algunas recomendaciones como:
· No pensar que esta situación es aburrida, mejor considerar que es una medida temporal.
· No pensar en cuántas cosas hacen falta, mejor organizarse en familia y consumir los víveres y productos indispensables.
· No permanecer todo el día conectado a cualquier dispositivo electrónico, mejor leer un libro o revista o divertirse con juegos de mesa.