El nuevo líder del grupo chií libanés Hizbulá, Naim Qasem, aseguró que la victoria de Donald Trump o Kamala Harris en las elecciones de Estados Unidos no tendría impacto en la guerra con Israel, ya que, según él, ambos políticos no cambiarían la postura de EE.UU. hacia el conflicto. En su discurso televisado, Qasem acusó a Estados Unidos de brindar "apoyo ilimitado" al Estado de Israel, lo que, a su juicio, ha intensificado el sufrimiento de los palestinos y los libaneses.
Qasem, quien asumió el liderazgo de Hizbulá tras la muerte de su predecesor, subrayó que la política estadounidense no depende de quién esté en la Casa Blanca, sino de lo que ocurra en el terreno. En sus palabras, la guerra continuará sin importar los movimientos políticos en Washington, pues el grupo chií seguirá luchando por lo que considera una causa justa en la región.
El conflicto en el Líbano ha escalado desde octubre de 2023, cuando Hizbulá y las fuerzas israelíes comenzaron a enfrentarse en las fronteras del sur del Líbano. A pesar de los fuertes combates y las continuas incursiones israelíes, Qasem declaró que los soldados israelíes se han quedado paralizados en la frontera debido al miedo a enfrentar a las fuerzas de Hizbulá. Esto se ha dado en medio de una serie de bombardeos masivos e intensos choques en decenas de aldeas fronterizas, que han dejado más de 3,000 muertos en el Líbano y 1,2 millones de desplazados.
Qasem también criticó fuertemente a Israel, al que calificó como responsable de actos de "genocidio" y "brutalidad". Aseguró que Israel no solo mata a civiles, sino que también cuenta con el respaldo aéreo de Estados Unidos, lo que, según él, fortalece la capacidad militar del país hebreo en la región.
El impacto de este conflicto ha sido devastador para la población libanesa, que desde el inicio de los enfrentamientos ha visto cómo su país se convierte en el escenario de una guerra prolongada y violenta. De acuerdo con cifras actuales, más de 2,000 personas han muerto solo en los últimos dos meses, después de que Israel comenzara una campaña masiva de bombardeos aéreos sobre varias áreas del Líbano.
En cuanto al futuro de la guerra, Qasem dejó claro que Hizbulá no está dispuesto a retroceder ni a depender de las decisiones de EE.UU. o de cualquier otra potencia externa. Según el líder chií, la resistencia libanesa continuará luchando por la soberanía del país y contra lo que considera un régimen israelí respaldado por el "gran diablo", Estados Unidos.
La comunidad internacional sigue con atención los desarrollos en Gaza y el Líbano, donde la violencia ha dejado miles de muertos y desplazados. Aunque las elecciones de Estados Unidos podrían influir en algunas políticas, Qasem dejó claro que para Hizbulá, el destino del conflicto se decidirá en el terreno, no en las urnas.
Con información de EFE.