Estudiantes de 8° semestre de la Licenciatura en Gastronomía, impartida en la Facultad de Filosofía (FFI), campus Aeropuerto, de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) realizaron una muestra de postres como parte de una evaluación de la materia Repostería Evolutiva, encabezada por la profesora Elizabeth Coronel Olivo.
El objetivo de la asignatura, misma que trata lo último en repostería, es dotar a los jóvenes de herramientas que les permitan introducirse en el mercado laboral de su profesión.
Participaron en la muestra un total de seis equipos, mismos que elaboraron productos frescos y con mucho sabor como profiterol, macarrones, mousse, galletas, chocolates, bombones, trifle, crema bávara, betún, trufas, cupcakes, panna cotta, flan, entre otros.
Al respecto, la Mtra. María Eugenia Barbosa Ortega, coordinadora de la Licenciatura en Gastronomía, indicó que la carrera busca egresar gastrónomos bien preparados en todas las áreas de la profesión, de ahí la importancia de materias como esta en la que pueden aprovechar su creatividad, así como habilidades y técnicas aprendidas.
"Queremos que allá afuera se desenvuelvan y, si su interés es tener una empresa de repostería y cosas dulces, que puedan desempeñar un buen papel. Los invito a que sigan disfrutando de las materias, porque la vida afuera es muy diferente y esta es la oportunidad para equivocarse, experimentar, seguir aprendiendo y desarrollándose; además, es importante que vayan construyendo su proyecto de vida", manifestó.
Por su parte, la docente Coronel Olivo refirió que en eventos sociales las mesas de postres están de moda y es indispensable que los estudiantes aprendan a elaborarlas, ya que representan una fuerte fuente de ingresos en un mercado bastante demandado.
"El que ellos puedan desarrollar cualquier técnica de la repostería les abre la puerta en cualquier empleo. Lo que hace la Licenciatura en Gastronomía es que los alumnos tengan conocimientos en temas desde lo más clásico y básico hasta lo mayormente vanguardista", expresó.
El primer equipo tuvo como tema central flores naturales y elaboradas en repostería, tomando como base la primavera. El equipo número dos elaboró una mesa de postres para una boda ubicada en un "bosque encantado", por ello utilizaron frutos rojos y flores silvestres con colores entre dorados, verdes y cafés sin perder el blanco de una ceremonia matrimonial.
El tercer equipo se enfocó en un cumpleaños al aire libre con un toque campirano, añadiendo objetos cálidos y hogareños, además de un tablero de dardos para elegir con la puntería el postre a disfrutar. Mientras tanto, el grupo cuatro realizó una mesa para una boda vintage, por lo que agregaron a su composición colores tenues y decoraciones clásicas.
El equipo número cinco se inspiró en el otoño para hacer una mesa adaptable a cualquier reunión casual. La última mesa tuvo como temática el carnaval previo a la Cuaresma con colores vivos y flores de primavera.