Una reforma constitucional que implica acortar la jornada laboral, de 48 a 40 horas por semana, es decir, dos días de descanso por cada cinco de trabajo, necesita de las voces de todos los sectores de la economía para robustecer las iniciativas y considerar todas las voces a través de un ejercicio de parlamento abierto, consideró, Esaú Magallanes Alonso, Presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (CANACINTRA) delegación Querétaro, por lo que instó a involucrar al sector industrial y empresarial para discutir las reformas que impacten en la población económicamente activa.
Pese a que la reforma fue postergada para el mes de septiembre de este año, el también Vicepresidente de Grandes Empresas de la CANACINTRA Nacional, expresó que las modificaciones a la ley respecto a la reducción de la jornada laboral, "vuelve poner en desventaja al sector formal, frente a creciente mercado de la informalidad, pues mientras en los sectores productivos formales se hacen esfuerzos por generar condiciones competitivas, una reforma a la ley de este tipo, se vuelve desfavorable para la organización y producción de las empresas".