El COVID-19 es una amenaza global, que ha puesto de rodillas casi al mundo entero, impactando en todos los sectores, y a todas las personas.
Ni las religiones se han salvado, han tenido que cancelar diversas celebraciones, el cierre de las misas dominicales, retrasar peregrinaciones, y festivales, incluso nunca en la historia nuestro país, se habían cerrado las puertas de las iglesias, esta emergencia sólo se le puede comparar con la del año de 1926, cuando las iglesias cerraron por la Ley de tolerancia de cultos, iniciando la "Guerra Cristera" conocida como "Ley Calles", cuyo fin era limitar y controlar el culto católico por el presidente Plutarco Elías Calles.
Hoy las iglesias lucen vacías, la Semana Santa fue diferente e histórica las celebraciones se hicieron a través de transmisiones de redes sociales, los feligreses tienen que vivir su fe a distancia, lejos de sus templos.
En México el gobierno federal exhortó a todas las iglesias, asociaciones y agrupaciones religiosas del país, la suspensión de sus actividades.
Invitó a que hicieran uso de las alternativas que hoy ofrecen los medios de comunicación tradicionales y las nuevas tecnologías para realizar actos de interacción colectiva.
La dirección general de asuntos religiosos de la secretaría de gobernación, suspendió los plazos y términos legales de sus trámites.
En el estado de Veracruz existen casi 5 mil iglesias pertenecientes a diferentes cultos no católicos, de estas 2 mil 500 forman parte de la Red Evangélica con diferentes denominaciones, iglesia bautista, iglesia presbiteriana, iglesia adventista.
asambleas de dios, y metodista.
Todas se encuentran cerradas, y realizando mediante mensajes y videos la difusión de su credo. Sin embargo la contingencia ha afectado el funcionamiento de estos templos que tienen que pagar renta, luz, y nómina de empleados, pues al no recibir la ofrenda o diezmo semanal está generando problemas.
Por su parte la diócesis de Veracruz, suspendió las misas, catecismo y eventos eclesiásticos que involucren la aglomeración de personas, las puertas se encuentran cerradas.
Las celebraciones eucarísticas se llevan a cabo sin la presencia de fieles católicos y a través de la página de internet y redes sociales.
Las bodas, bautizos, y XV años se reprogramarán. Aunque la iglesia católica, en estos tiempos difíciles no recibe limosna, trata de eficientar sus recursos para no tener afectaciones.
Los pilares de la Fé en nuestro país, piden a los mexicanos que aprovechen el momento para tener cercanía con dios y la familia, y no perder la esperanza.