Aunque la Comisión Estatal de Aguas (CEA) ha establecido un reglamento para regular las pipas que transportan agua potable, expertos en salud advierten sobre los peligros de adquirir este servicio sin conocer la calidad del agua ofrecida.
Uno de los principales puntos de preocupación es la falta de regulación de precios, lo que permite a los proveedores cobrar tarifas exorbitantes sin justificación clara.
Otro punto de preocupación es la incertidumbre acerca de la calidad del agua suministrada. Según los especialistas consultados, el transporte de agua para consumo humano debe cumplir con normativas estrictas para garantizar su potabilidad. Esto incluye condiciones específicas para las pipas, como la ausencia de restos de metales en los tanques y el cumplimiento de estándares de calidad durante todo el trayecto desde el origen hasta el destino final.