El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha delineado una serie de propuestas que planea implementar durante su segundo mandato, abarcando temas desde la inmigración hasta el medio ambiente. Con una agenda que fusiona conservadurismo económico y un enfoque populista en política exterior, Trump ha anticipado que tomará acciones decisivas en distintos ámbitos.
Trump ha prometido un programa de deportación masiva, que, según él, será el más grande en la historia del país. Además, planea dar mayores facultades a la Guardia Nacional, a los sheriffs y a policías locales para arrestar a inmigrantes indocumentados. En su agenda, también figura restringir tanto la migración irregular como la regular, con medidas como la eliminación del derecho a la ciudadanía por nacimiento y un veto a ciudadanos de países de mayoría musulmana, en línea con políticas que intentó implementar en su primer mandato.
En temas de aborto, Trump ha destacado su influencia en la Corte Suprema, donde durante su primer mandato logró la inclusión de tres jueces conservadores que contribuyeron a la eliminación de la protección federal al aborto en 2022. Aunque Trump apoya que la decisión sobre el aborto se tome a nivel estatal, se ha comprometido a vetar una prohibición nacional en caso de que el Congreso la apruebe.
Su enfoque en política exterior, resumido con la frase "Paz a través de la fuerza", representa una postura aislacionista. Trump ha criticado abiertamente a la OTAN y ha manifestado su admiración por líderes autoritarios como Vladimir Putin y Viktor Orbán. Además, ha prometido que pondrá fin rápidamente a conflictos en Ucrania y Gaza, aunque no ha detallado su estrategia para lograrlo.
Trump planea intensificar la guerra comercial con China, proponiendo aranceles del 60 % a productos importados de este país y hasta del 200 % para automóviles provenientes de México, en un intento de preservar empleos en Estados Unidos y desalentar la instalación de fabricantes chinos en México. Este enfoque proteccionista también busca impulsar la industria automotriz y reducir la dependencia de las importaciones.
En materia económica, Trump quiere reducir la tasa de impuestos a las empresas del 21 % al 15 %, siempre y cuando fabriquen sus productos en EE. UU. Asimismo, promete eliminar impuestos sobre horas extra y propinas. No obstante, expertos advierten que estas políticas podrían aumentar la deuda federal en 5.8 billones de dólares en la próxima década.
En cuanto al medio ambiente, Trump ha sido un crítico abierto del cambio climático y ha prometido aumentar la producción de combustibles fósiles. Su lema "¡Perforar, perforar, perforar!" refleja su intención de eliminar subsidios para vehículos eléctricos y priorizar el desarrollo de petróleo y gas natural. Esta postura, similar a la que mantuvo en su primer mandato, incluye la eliminación de regulaciones ambientales y el distanciamiento de acuerdos internacionales como el de París.
Trump también ha propuesto medidas para limitar el reconocimiento de identidades de género no binarias, y ha prometido prohibir la participación de personas transgénero en deportes escolares. Además, quiere que el Congreso reconozca solo dos géneros al nacer, lo que restringiría los derechos legales de la comunidad LGBTQ+.
Estas propuestas subrayan el enfoque radical que Trump podría adoptar en su segundo mandato, con una agenda que abarca temas fundamentales para Estados Unidos y que podría tener impacto en el ámbito internacional.