Con una producción de 300 etiquetas de vino de mesa, siendo el primer lugar a nivel nacional en exportación de vino espumoso, la instalación de 30 viñedos que forman parte del primer cluster vitivinícola conformado en el país; la llegada anual de un millón de visitantes que disfrutan de las catas y el maridaje y que dejan una derrama de 4 mil millones de pesos, es como Querétaro se adueña del enoturismo con un crecimiento de este mercado superior al 10%.
Estos números provienen de la Secretaría de Turismo local y son compartidos por miembros del sector; quienes a finales del 2022 dieron a conocer que la entidad ha desbancado al Valle de Guadalupe en Baja California, en cuanto a producción de la vid.
El gran reto para el gobierno del estado y los propios vitivinicultores es contar con la infraestructura necesaria para atender la demanda de un millón de turistas en cuanto a alojamiento, transporte, capacitación de empleados y todo lo relacionado con la reglamentación de permisos y licencias municipales otorgadas por los nueve municipios en los que preponderantemente se realiza esta actividad.
Al momento se cuenta con 600 hectáreas para el cultivo de la vid y existe una iniciativa de ley en el Congreso del estado para su fomento y que coordine los esfuerzos que permitan mejores resultados, como explicó su promotor, el diputado Armando Sinecio Leyva.