Aplicarse la vacuna contra COVID-19 implica una mayor protección para evitar cuadros graves como neumonía con baja oxigenación, requerir intubamiento, hospitalización o muerte por dicha enfermedad, así lo señala la Vocería Organizacional en Querétaro, llamando a la población a confiar en estas vacunas.
Rafael López González, vocero organizacional, sostuvo que las vacunas que se aplican en el estado contra COVID-19 son seguras y salvan vidas, ya que todas las vacunas aplicadas en México han pasado por rigurosas fases de prueba y cuentan con el visto bueno de organismos reguladores, nacionales e internacionales, y que todas ellas también previenen contra formas graves de la enfermedad, así como contra complicaciones que pueden llevar a la muerte.
Aseguró que cada una de ellas presenta diversos niveles de protección general para evitar contraer la enfermedad, que van desde 90% de la vacuna de Pfizer, 79% la de AstraZeneca y 51% la de Sinovac.
Apuntó que los niveles de protección para evitar cuadros graves como neumonía con baja oxigenación, requerir intubamiento, hospitalización o muerte por COVID-19, va desde 90% de Pfizer hasta 100% de las de AstraZeneca y Sinovac.
Más adelante el Vocero abordó el caso de la vacuna de AstraZeneca, cuya aplicación se ha suspendido en algunos países europeos, luego de presentarse casos de trombos y caídas de plaquetas en algunas personas, y citó el estudio de seguimiento e investigación que la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) ha realizado sobre cada caso, con la conclusión de que el efecto sí puede estar ligado con la vacuna, pero que su frecuencia es sumamente rara, por lo cual las ventajas de la vacuna singuen siendo mayores que los posibles riesgos.
Por ello manifestó: "no tengas miedo si te toca esta vacuna, casos de esta reacción adversa han sido tratados con éxito", y a quienes ya se les administró el fármaco recomendó estar atentos a síntomas como falta de aire, edema o moretones en las piernas, dolor abdominal persistente, dolor u opresión en el pecho, dolores de cabeza persistentes y que se incrementan, así como visión borrosa, y advirtió que ante la presencia de estos síntomas se debe acudir inmediatamente al médico.
Puntualizó además que, como pasa con cualquier otro medicamento, con las vacunas hay posibilidad de que se presenten alergias hacia alguno de sus componentes.
A quienes tengan dudas sobre acceder o no a la vacuna cuando sea su turno, les pidió sopesar que en el mundo se han enfermado de COVID-19 más de 120 millones de personas, de las cuales han fallecido más de dos millones y tan solo en México los desenlaces fatales suman más de 200 mil personas por lo que las posibilidades de contraer el virus, enfermar gravemente y morir si no se recibe la vacuna son extremadamente más altas que las de desarrollar alguna reacción grave.
Especificó que estas vacunas se han aplicado ya en millones de personas en el mundo; AstraZeneca en más de 80 países, Pfizer en más de 70 países, Sinovac en 14, y que la gran mayoría de quienes las recibieron no presentaron más reacciones que efectos secundarios leves y de corta duración como dolor del brazo, hinchazón, cansancio y fiebre moderada por entre 24 y 48 horas.