Unas 350 personas, entre abogados y trabajadores del Poder Judicial, se manifestaron en 20 ciudades para expresar su rechazo a la reforma propuesta por el Gobierno Federal. La marcha, que concluyó en la Plaza de Armas, tuvo como principal objetivo defender el estado de derecho y la independencia judicial, aspectos que los participantes consideran amenazados por la reforma.
Durante la movilización, los manifestantes hicieron un llamado a la ciudadanía para unirse al movimiento en defensa de la autonomía y la separación de poderes, subrayando la importancia de un Poder Judicial independiente en una democracia. Asimismo, denunciaron que han sido objeto de señalamientos y persecución debido a su lucha por el interés público, lo que consideran un intento de amedrentar a quienes se oponen a las reformas gubernamentales.