La violencia en México sigue cobrando la vida de quienes forman parte de las fuerzas del orden.
De acuerdo con un informe reciente de la organización civil Causa en Común, al menos 132 policías han sido asesinados en el país durante lo que va del 2025. Esto equivale a un promedio de un policía asesinado cada día, y representa un incremento del 59% con respecto al mismo periodo del año pasado.
Entre los estados con más crímenes contra agentes policiacos se encuentra Jalisco, que ocupa la sexta posición a nivel nacional con ocho policías asesinados en el cumplimiento de su deber. Con esta cifra, el estado se mantiene dentro del top 10 de entidades con mayor número de ataques mortales contra elementos de seguridad.
Los estados más afectados por esta violencia son Guanajuato, con 17 policías asesinados; Sinaloa, con 16; Guerrero y Michoacán, con 10 cada uno; seguidos por el Estado de México, Jalisco y Tabasco, con 8 cada uno. Puebla y Oaxaca completan la lista con siete casos por entidad.
Uno de los hechos más impactantes se registró a principios de marzo, cuando un grupo armado emboscó a agentes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana del municipio de Puebla, dejando un saldo de dos policías muertos. Este ataque provocó una fuerte reacción dentro de la corporación, incluyendo protestas y la renuncia de altos mandos.
Tras los hechos, dejaron su cargo el subsecretario de Operatividad Policial, Gustavo Alonso González Zapata, conocido como "Sauce", y el secretario de Seguridad Ciudadana del municipio, Fernando Rosales Solís. En su lugar, asumió el cargo el coronel Félix Pallares Miranda, procedente del Ejército mexicano, quien fue respaldado públicamente por el gobernador Alejandro Armenta.
Ese mismo mes, en el municipio de Tecamachalco, otro ataque armado dejó un agente ministerial muerto y a otro herido, lo que evidencia el nivel de riesgo que enfrentan diariamente quienes forman parte de las corporaciones de seguridad.
Organizaciones civiles como Causa en Común han insistido en la necesidad de dignificar el trabajo policial en México, garantizar condiciones laborales más seguras y poner en marcha mecanismos efectivos de protección ante el creciente nivel de violencia. La cifra de 132 policías asesinados en poco más de tres meses del año refleja una situación crítica que, de no atenderse, podría seguir escalando.