El Ministerio de Exteriores de China respondió este miércoles a las recientes declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien anunció que considera imponer un arancel del 10 % a las importaciones chinas.
Esta medida sería una represalia por el supuesto flujo de fentanilo hacia México y Canadá, sustancia vinculada a más de 70,000 sobredosis mortales en Estados Unidos el año pasado.
La portavoz del Ministerio, Mao Ning, afirmó en conferencia de prensa que "no hay ganadores en una guerra comercial" y aseguró que China continuará defendiendo sus intereses nacionales. Según Mao, el país asiático está comprometido con promover el desarrollo y la estabilidad global a través de su cooperación con organizaciones como los BRICS.
Trump, por su parte, aseguró que ha discutido este tema directamente con el presidente chino, Xi Jinping, expresando su descontento con el tráfico de fentanilo. Además, miembros de su equipo anunciaron que China, junto con México y Canadá, se encuentra bajo revisión en términos de sus relaciones comerciales con Estados Unidos.
Esta postura revive las tensiones comerciales entre las dos economías más grandes del mundo, recordando la guerra arancelaria impulsada por Trump durante su primer mandato (2017-2021). Durante ese periodo, el republicano impuso gravámenes a cientos de productos chinos, desatando represalias similares por parte del gigante asiático.
Mao Ning también defendió la posición de los BRICS, un bloque de economías emergentes compuesto inicialmente por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, y que recientemente incorporó a países como Arabia Saudita, Egipto y Argentina. Trump ha amenazado con imponer aranceles de hasta el 100 % a las importaciones de los países miembros, argumentando que su comercio perjudica la balanza comercial de Estados Unidos y que algunos de ellos buscan crear una divisa alternativa al dólar.
La vocera subrayó que el BRICS no busca confrontaciones entre bloques, sino que trabaja para fomentar el desarrollo común y la prosperidad global. China, añadió, seguirá profundizando la cooperación con sus socios y apoyando el crecimiento económico mundial.
Este nuevo episodio de tensiones comerciales podría intensificar la rivalidad entre China y Estados Unidos en un escenario donde el comercio global sigue recuperándose de los estragos de la pandemia y otros desafíos económicos. La comunidad internacional observa con cautela las posibles repercusiones de estas medidas en el comercio y la estabilidad económica global.