No hay cifras exactas de comerciantes extorsionados en Salamanca, sin embargo, el cierre de negocios de la noche a la mañana han sido evidentes para quienes aún luchan por mantener sus negocios abiertos.
A decir de algunos comerciantes establecidos en el primer cuadro de la ciudad, es constante el miedo de ser extorsionados, su respuesta al cuestionarles si denunciarían el "cobro de piso" de los delincuentes fue que preferirían cerrar.
A pesar de que han modificado sus horarios para tratar de cuidarse, han enrejado sus negocios y disminuido el número de empleados para tener solo a "los de confianza", se dicen inseguros, además de que continúan con la esperanza de que las autoridades hagan algo al respecto y erradiquen este delito.