El uso de pantallas en bebés menores de un año puede tener repercusiones significativas en su desarrollo. Según la Academia Americana de Pediatría (AAP) y estudios en México, los bebés no deben estar expuestos a dispositivos electrónicos como televisores, teléfonos o tabletas antes del primer año, ya que esto afecta su desarrollo cognitivo y motor.
Desde el nacimiento, los bebés comienzan a distinguir colores, y las pantallas brillantes pueden sobre estimular sus neuronas, desviando su atención de actividades esenciales como explorar su entorno, gatear o interactuar con sus padres.
Según la UNAM, los niños expuestos a pantallas antes de los dos años tienen un 40% más de riesgo de retrasos de lenguaje, ya que reducen la interacción social y la estimulación verbal necesaria para aprender a hablar. En cuanto a la visión, un estudio del Instituto Nacional de Pediatría indica que el 20% de los niños en edad preescolar en México usan lentes debido a la sobreexposición a pantallas desde pequeño.
Para distraer a los bebés, es recomendable el uso de libros ilustrados, imágenes impresas o música, ya que favorecen el desarrollo del lenguaje y la creatividad. también, jugar con ellos al menos 10 minutos al día fortalece el vinculo familiar y su autoestima.
Los expertos recomiendan no dar dispositivos electrónicos hasta los 7 u 8 años, siempre bajo la supervisión de un adulto. Además, inscribir a los niños en actividades deportivas es clave para canalizar su energía y fomentar hábitos saludables.