Tras dos años de negociaciones, en diciembre del 2014 el entonces alcalde Justino Arriaga Rojas, firmó un convenio para que el Comité Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Salamanca (CMAPAS) vendiera a Petróleos Mexicanos 200 litros por segundo del agua procesada en la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR).
Esta agua se utilizaría para los procesos de refinación de crudo de PEMEX, se evitaría la explotación de alrededor de 18 pozos provenientes de los acuíferos Irapuato-Valle de Santiago y Silao-Romita, de donde extrae un promedio de 900 litros por segundo para cumplir con los procesos en la refinería Antonio M. Amor.
Además el municipio obtendría ingresos adicionales hasta por 134.4 millones de pesos anuales, es decir, la empresa pagaría alrededor de 11 millones de pesos mensuales por recibir el agua tratada.
Dentro del acuerdo firmado con Pemex, se pretendía que el Municipio surtiera 500 litros por segundo del líquido, por ello se habló de la necesidad de la construcción de una segunda planta, la cual se edificaría con inversión privada de mil 500 millones de pesos, sin embargo, no se llevó a cabo.
En la actualidad, el Municipio procesa 200 litros por segundo que no tienen una utilidad y se vierte al río Lerma.
Sobre este tema se le cuestionó al departamento de comunicación de la actual administración del CMAPAS, si se continuaría con el proyecto o anteriores administraciones dejaron información al respecto, sin embargo, no se emitió respuesta alguna.