La más reciente encuesta nacional de lectura y escritura revela que el mexicano promedio lee 3.8 libros al año, mientras que 41?% de los adultos declara leer al menos un libro mensual. Sin embargo, de las cerca de 6,200 bibliotecas públicas en el país, un 30?% carece de conexión a Internet, limitando el disfrute de contenidos electrónicos y plataformas de préstamo virtual.
Aunque la narrativa, el ensayo y la poesía mantienen su predominio en formato impreso, el 28?% de los lectores ya consume libros electrónicos o audiolibros, porcentaje que crece anualmente en zonas urbanas gracias a la expansión de redes móviles y aplicaciones gratuitas de lectura.
Especialistas en neurociencias de la UNAM apuntan que dedicar al menos 20 minutos diarios a la lectura profunda (a diferencia del consumo en redes sociales) fortalece la concentración, el pensamiento crítico y la empatía. Asimismo, diversos estudios demuestran que la lectura recreativa reduce el estrés y mejora la salud mental, contrarrestando la sobrecarga informativa ("infoxicación") propia de la era digital.
Autoridades de cultura y organizaciones civiles coinciden en que, en un entorno dominado por pantallas, la lectura es una herramienta clave para el pensamiento autónomo y la creatividad. Invitan a la población a combinar formatos impresos y digitales, aprovechar las bibliotecas y participar en actividades presenciales y virtuales que celebran el libro como puente entre la tradición y la innovación.