La obesidad tiene repercusiones económicas significativas ya que es un problema de salud pública. La organización para la cooperación y el desarrollo económico estima que el sobrepeso y la obesidad generan una disminución del 5.3% del producto interno bruto de México anualmente. Se calcula que anualmente se pierden 12 mil millones de pesos debido al ausentismo laboral relacionado con la diabetes asociada a la obesidad.
Las empresas pueden implementar diversas estrategias para combatir la obesidad en el entorno laboral, promoviendo hábitos saludables entre sus empleados, como lo son:
? Gimnasios dentro de las instalaciones o centros deportivos.
? Pausas activas durante la jornada laboral.
? Opciones de comida saludable en las cafeterías.
? Talleres de nutrición.
? Políticas que fomenten el consumo de agua.
? Espacios de descanso.
? Chequeos médicos periódicos.
? Días libres para quienes adopten un estilo de vida saludable.
Implementar estrategias no solo mejora la salud de los empleados, sino que también aumenta la productividad, reduce el ausentismo y fortalece la cultura organizacional.