La industria de los videojuegos ha crecido exponencialmente, alcanzando en 2022 más de 65.9 millones de jugadores en México, consolidándose como uno de los diez mercados más importantes a nivel global. Este éxito se atribuye, en parte, a técnicas de diseño que buscan maximizar la retención de los jugadores.
Una estrategia común es la implementación de recompensas constantes y desafíos progresivos que incentivan sesiones de juego prolongadas. Además, elementos como los "logros" y las "loot boxes" (cajas de recompensas aleatorias) se integran para fomentar la continuidad y, en algunos casos, microtransacciones dentro del juego. Estas dinámicas, similares a las de los juegos de azar, pueden aumentar el riesgo de desarrollar comportamientos adictivos, especialmente entre los jóvenes. ?
Estudios indican que entre el 3% y el 4% de los jugadores a nivel mundial presentan problemas significativos relacionados con su patrón de juego. ? En México, el grupo de edad menor de 20 años es el principal consumidor de videojuegos, lo que subraya la necesidad de monitorear y regular el tiempo dedicado a esta actividad para prevenir posibles adicciones. ?
Si bien las empresas de videojuegos argumentan que estas mecánicas buscan mejorar la experiencia del usuario, es esencial que los jugadores y sus familias sean conscientes de los riesgos asociados. Fomentar un uso equilibrado y responsable de los videojuegos es clave para disfrutar de sus beneficios sin comprometer la salud mental y el bienestar general.