Por: Leticia Alcántara/ @LetyEAG
La amenaza de Estados Unidos de imponer aranceles del 25% a los productos mexicanos podría ser un duro golpe para ambas naciones.
Los aranceles son impuestos que se aplican a las operaciones de importación de productos y se calculan con base en el valor del contenido del envío, costos de seguro y un porcentaje del costo de transporte.
En el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) se estableció la cancelación paulatina de aranceles y la baja de ellos para favorecer el comercio. Entre 1993 y el 2001 la tasa promedio arancelaria paso de 3.3 a 0.10%.
Con la entrada en vigor del T-MEC en 2020 en el capítulo dos, se establece el no pago de aranceles para productos originarios así como reglas claras para evitar la imposición de aranceles entre México, Estados Unidos y Canadá
Así, la amenaza sería objeto de una controversia dentro del T-MEC, pero de llevarse a cabo, aplicaría a todos los productos que México envía a Estados Unidos que representan 61% de nuestras exportaciones, las cuales reportan más de 378 mil millones de dólares al año.
¿Qué productos serían los más afectados?
El sector automotriz sería el más afectados; datos del departamento de comercio señalan que el año pasado estados unidos importó de méxico autopartes y vehículos por valor de 64 mil millones de dólares.
Máquinas y unidades de procesamiento de datos como computadoras y dispositivos relevantes en la industria de tecnológica serían susceptibles del arancel al igual que cables y alambres eléctricos esenciales para el sector energía y telecomunicaciones e instrumentos quirúrgicos, aparatos de diagnóstico y ciencias médicas estos productos representan más del 40% de las exportaciones de México a Estados Unidos.
Alimentos y bebidas también podrían verse afectados El año pasado, Estados Unidos importó 46 mil millones en productos agrícolas, principalmente de frutas frescas, con ventas por nueve mil millones de dólares, de los cuales tres mil cien millones fueron de aguacates.
Aranceles a México repercutirán en los consumidores de Estados Unidos, al tener productos más caros.