López Obrador presenta su retrato oficial en Palacio Nacional
El presidente saliente de México, Andrés Manuel López Obrador, develó este lunes su retrato oficial, el cual estará expuesto en los corredores del Palacio Nacional, donde residió y trabajó durante su gestión de 2018 a 2024. La ceremonia se llevó a cabo en un ambiente de respeto y reconocimiento, con la presencia de miembros de los medios de comunicación y el artista que realizó la obra, Jorge Ermilo Espinosa.
El retrato, pintado al óleo, muestra a López Obrador de pie con su bastón de mando, apoyado en el balcón del Palacio Nacional. En el fondo, ondea la bandera de México, y se puede ver una multitud en el Zócalo de la Ciudad de México. Espinosa, originario de Yucatán, compartió que el proceso creativo para completar la obra tomó al menos un año, tiempo durante el cual recibió "absoluta libertad creativa" para plasmar la esencia del mandatario.
El artista explicó que el retrato no solo representa a López Obrador como persona, sino también a la investidura presidencial y a la presidencia en sí misma. "Son tres figuras a la vez conjugadas en un mismo cuadro", comentó. Además, destacó que logró captar en la pintura "la expresión firme pero amable" del presidente, subrayando que ha sido el mandatario más cercano a la gente en la historia reciente.
López Obrador, quien concluirá su mandato este lunes, consideró que el retrato refleja su cercanía con el pueblo mexicano. "He vivido y trabajado en el Zócalo durante mi administración, y eso se ve reflejado aquí", indicó. Esta obra sigue la tradición de los retratos presidenciales, pero introduce un enfoque distinto al incluir figuras del público en el fondo.
La ceremonia de develación se produce a solo días de que Claudia Sheinbaum asuma la presidencia de México, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar el cargo en la historia del país. López Obrador expresó su deseo de que su retrato sea un recordatorio de su conexión con la ciudadanía y su legado de cercanía con el pueblo.
En este sentido, el retrato no solo simboliza el final de una administración, sino también la continuidad de un diálogo entre el poder y la ciudadanía, algo que ha caracterizado la gestión de López Obrador. Con su salida, se abre una nueva etapa en la historia política de México, mientras la obra permanecerá como testimonio de su tiempo al frente del gobierno.
Con información de EFE.