En México, desde el 01 de octubre de 2020, entró en vigor una reforma a la Norma Oficial Mexicana NOM-051 que exige el etiquetado frontal en alimentos y bebidas no alcohólicas. Este etiquetado utiliza sellos negros que advierten sobre el alto contenido de azucares, grasas saturadas sodio y calorías. Además, prohíbe el uso de personajes animados, caricaturas o celebridades en productos con sellos, con el objetivo de proteger a la infancia y reducir los índices de obesidad.
México, ocupa el primer lugar mundial en obesidad infantil y el segundo en obesidad en adultos, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). El etiquetado frontal se implemento como una medida para combatir este problema, con datos del Instituto Nacional de Salud Pública que indican que el 73% de la población mexicana padece sobrepeso u obesidad.
Sin embargo, en 2023, algunos productos reaparecieron sin sellos de advertencia. Esto se debe a que las empresas reformularon sus productos para reducir los niveles de azúcar, grasas y sodio y así cumplir la normativa. El retorno de personajes como "El tigre" en los cereales y "El conejo" en las malteadas genera controversia.
Por un lado, las empresas argumentan que cumplen con la normativa, por otro, especialistas en salud señalan que, aunque reformulados, estos productos siguen siendo comida ultrapocesada, no necesariamente saludables. Además, las estrategias de marketing con caricaturas podrían incentivar el consumo entre los niños.
El etiquetado y el regreso de las caricaturas en productos alimenticios plantean un dilema entre la industria y la salud pública, evidenciando la necesidad de un equilibrio entre las estrategias comerciales y la protección de los consumidores.