El día de hoy, Pete Hegseth, jefe del Pentágono, brindó detalles sobre la colisión entre un helicóptero militar y un avión comercial en Washington, que resultó en la trágica pérdida de al menos 28 vidas.
Según Hegseth, el helicóptero Black Hawk, que transportaba a tres personas, estaba realizando un vuelo anual de entrenamiento cuando se estrelló anoche con el avión comercial Bombardier CRJ700, que llevaba a bordo a 64 personas, entre pasajeros y tripulación.
El jefe del Pentágono destacó que la tripulación del helicóptero era "bastante experimentada" y estaba cumpliendo con una evaluación nocturna obligatoria. Aunque se sabe que llevaban gafas de visión nocturna, no se ha confirmado si las estaban utilizando en el momento del accidente.
El vuelo de entrenamiento se realizaba en condiciones meteorológicas óptimas, con cielo despejado y sin vientos fuertes, lo que hace aún más inexplicable la tragedia.
Las autoridades de Washington informaron que el rescate ha sido complicado debido a la temperatura del agua, que estaba a solo 4 grados centígrados, y a la presencia de placas de hielo en el río. El jefe de bomberos de la ciudad, John Donnelly, señaló que la operación de rescate se ha transformado en una de recuperación, ya que se ha descartado cualquier posibilidad de supervivencia.
Hasta el momento, se han recuperado 28 cuerpos de las aguas cercanas al lugar del siniestro, ocurrido a las 20:48 horas locales, mientras el avión de American Eagle se aproximaba al aeropuerto Ronald Reagan. Las autoridades también informaron que el aeropuerto cerró temporalmente después del incidente, pero se espera que reabra hoy a las 11:00 horas locales.
El choque, uno de los más mortales en Estados Unidos desde 2001, ha generado conmoción en el país. Las investigaciones preliminares apuntan a que los controladores de tráfico aéreo alertaron al helicóptero sobre la proximidad del avión comercial, aunque no está claro si hubo un error en la comunicación o en las maniobras de las aeronaves.
Este trágico accidente ha sido un recordatorio de la importancia de las medidas de seguridad en los vuelos, especialmente en áreas con alta densidad de tráfico aéreo como Washington. Las autoridades siguen trabajando para esclarecer las causas de la colisión, mientras la comunidad internacional lamenta la pérdida de tantas vidas.
Las autoridades de transporte y defensa de Estados Unidos han prometido continuar con la investigación y mejorar las medidas de seguridad para evitar que incidentes como este vuelvan a ocurrir en el futuro.