Salamanca: Una historia de tradición, fe e industrialización
Salamanca fue fundada el 01 de enero de 1603 por orden del virrey Gaspar de Zúñiga y Acevedo, conde de Monterrey, quien autorizó la creación de un asentamiento en una región conocida como XIDOO por los otomíes, quienes habitaban la zona. Este lugar fue seleccionado debido a su ubicación estratégica cerca del rio Lerma, lo que facilitaba el acceso al agua y la agricultura.
Inicialmente, la villa se llamó Villa de Salamanca en honor a la ciudad española homónima, cuna del virrey. Desde comienzos, Salamanca destacó por su actividad agrícola y ganadera, lo que permitió el crecimiento de una comunidad estable y organizada.
Durante el periodo colonial, los misioneros franciscanos desempeñaron un papel fundamental en la evangelización de la población indígena. En este contexto, se construyó la parroquia antigua, dedicada a San Bartolomé Apóstol. Aunque sencilla en su diseño inicial, este templo es un símbolo del pasado colonial de la ciudad.
En el movimiento de independencia, fue testigo de enfrentamientos y movilizaciones de tropas insurgentes. Si bien no fue un punto estratégico, su ubicación en el Bajío la convirtió en un lugar de paso crucial para los ejércitos en lucha. En 1862, fue elevada a la categoría de ciudad, consolidándose como una importante centro agrícola, comercial y cultural de la región. Durante este periodo se construyeron nuevas iglesias, plazas y espacios públicos que fortalecieron la identidad urbana.
En el siglo XX trajo consigo cambios significativos para Salamanca, sobre todo con la construcción de la refinería Ingeniero Antonio M. Amor en 1950, que marcó el inicio de una etapa de industrialización. Este proyecto, impulsado por el gobierno del presidente Miguel Alemán Valdés, transformó a Salamanca en un importante centro de la industria petrolera en México.
Hoy en día, Salamanca es una ciudad dinámica que combina su herencia histórica con los desafíos de la modernidad. A pesar de los problemas ambientales derivados de su industrialización, sigue siendo un referente cultural y económico en el estado de Guanajuato.