En Salamanca, los taxistas continúan enfrentando una grave problemática de inseguridad, con asaltos frecuentes que han dejado al gremio vulnerable y desamparado por parte de las autoridades locales. A pesar de los esfuerzos individuales por protegerse, la falta de respaldo gubernamental ha complicado la situación, según denunció el representante de una de las líneas de taxis de la ciudad.
Salamanca cuenta con una flotilla de 760 taxis operativos, de los cuales solo el 10% se atreve a trabajar durante la noche debido a la creciente inseguridad y la ausencia de una vida nocturna. Los incidentes de asalto son una realidad constante, con reportes de 3 a 4 casos por fin de semana, ocurriendo en diversos puntos de la ciudad sin distinción.
Recordó que anteriormente contában con programas y estrategias de seguridad que los protegían de manera efectiva. Sin embargo, en la actualidad la situación es completamente distinta, lamentó el portavoz de la línea de taxis.