Adiós elecciones en Oaxaca
Debido a la imposibilidad de instalar las casillas electorales, actos de violencia y la retención del funcionario electoral, Alberto Édgar Jiménez, este domingo fueron canceladas, las elecciones extraordinarias en el municipio de San Dionisio del Mar, al sur del estado de Oaxaca. Entre los actos denunciados este día, se encuentra la quema de paquetería electoral, presencia de personas armadas.
Las elecciones en San Dionisio del Mar comenzaron alrededor de las nueve de la mañana en medio de disturbios, como la quema de llantas en el interior de la población y la "toma" por parte de la Asamblea del Pueblo de San Dionisio de dos lugares donde se instalarían las casillas, pese a la presencia de 100 elementos de la Policía Estatal. El Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO) reconoció que por hechos violentos, no fue posible instalar seis de siete casillas electorales; además la madrugada de este domingo personas desconocidas despojaron al presidente de la mesa directiva de casilla, de las boletas destinadas a la casilla 840 básica.
"En el Instituto, declaramos un total rechazo a la violencia y condenamos estos actos que lesionan a la ciudadanía de San Dionisio en su derecho al sufragio y a elegir a sus representantes. En este sentido, se informa que se han realizado las denuncias correspondientes ante la Fiscalía General del Estado para investigar y sancionar a las personas responsables de estos hechos", informó en un comunicado.
El pasado 1 de julio se acordó sólo la realización de elecciones para Presidente de la República, senadores y diputados, menos a la presidencia municipal por no existir las condiciones, por lo que se determinó la elección extraordinaria este domingo 9 de diciembre, que posteriormente fue cancelada. Los integrantes de la Asamblea del Pueblo de San Dionisio alegaron que no existen las condiciones por la inestabilidad política y social en el pueblo, de lo cual responsabilizaron a la presidenta municipal Teresita de Jesús Luis Ojeda, a quien acusaron de supuestamente atacar a un grupo de sus integrantes durante un evento religioso en Semana Santa, con saldo de cinco heridos de bala. Este incidente desencadenó una serie de protestas contra la alcaldesa que busca su reelección por el PRI, además de acusarla de manipular los apoyos federales de la reconstrucción a favor de sus simpatizantes, no realizar obras y no transparentar los recursos públicos.