Alcalde de Chilpancingo no solicitó protección antes de su asesinato
El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana de México, Omar García Harfuch, afirmó este martes que Alejandro Arcos, alcalde de Chilpancingo, Guerrero, asesinado y decapitado el pasado fin de semana, no había solicitado protección antes de su muerte. El funcionario aseguró que, hasta el momento, no existen registros de peticiones formales de seguridad para el alcalde, quien pertenecía al Partido Revolucionario Institucional (PRI).
"No, no hay ninguna solicitud. Las solicitudes llegan a la Secretaría de Seguridad y se turnan a las áreas correspondientes, a veces a la Sedena, a veces a otras instituciones. En este caso, no hubo solicitud de seguridad de la Guardia Nacional o la Defensa Nacional", detalló García Harfuch en la conferencia de prensa matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum.
El asesinato de Arcos se encuentra bajo investigación de la Fiscalía General de Justicia de Guerrero, aunque la Secretaría de Seguridad federal está colaborando estrechamente en el proceso. García Harfuch aseguró que están en constante comunicación con la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, y que trabajarán para resolver el caso y llevar a los responsables ante la justicia.
De acuerdo con las primeras investigaciones, el alcalde Arcos fue interceptado mientras se dirigía solo en su camioneta hacia una reunión en la comunidad de Petaquillas. Según García Harfuch, no contaba con escoltas ni chofer al momento de su desaparición. Más tarde, el cuerpo sin vida del alcalde fue encontrado, y su cabeza fue hallada sobre el toldo de un vehículo.
A pesar de estas declaraciones, ha surgido un audio de una entrevista en la que Arcos menciona su preocupación por la seguridad y pide protección a la gobernadora. En el audio, el alcalde señala que no era una persona de conflicto y admite necesitar seguridad para enfrentar la situación de violencia en la región.
Este homicidio ocurre apenas unos días después de la muerte del secretario general de Gobierno de Chilpancingo, Francisco Tapia, lo que refleja la creciente violencia en Guerrero. Arcos había asumido el cargo el 30 de septiembre y expresó en su toma de posesión su compromiso de "garantizar la paz y la seguridad en el municipio".
Guerrero enfrenta un aumento de la violencia criminal y una serie de enfrentamientos entre grupos del crimen organizado, quienes disputan el control territorial para actividades ilícitas como el narcotráfico y la extorsión.