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22 de Septiembre del 2024
Cultura

Fósiles en Coahuila revelan escarabajos necrófagos en dinosaurios

Fósiles en Coahuila revelan escarabajos necrófagos en dinosaurios

Un equipo interinstitucional de especialistas en paleontología y ciencias de la Tierra ha realizado un descubrimiento fascinante en el estado de Coahuila, México. Este hallazgo involucra rastros fósiles dejados por insectos necrófagos en los huesos de un dinosaurio herbívoro de pico de pato que vivió hace aproximadamente 69 millones de años, durante el periodo Cretácico.


Estos rastros fósiles, conocidos como icnofósiles, son vestigios que reflejan la actividad vital de organismos antiguos, mostrando cómo vivían y se comportaban. En este caso, los icnofósiles encontrados en un metatarso IV de un dinosaurio pico de pato (hadrosaurio saurolofino) corresponden a una nueva icnoespecie de escarabajo derméstido, que ha sido nombrada Cubiculum subcorticalis n. isp. Esta icnoespecie revela un comportamiento específico de estos escarabajos que aún no se había documentado en el registro fósil.

El equipo de investigación estuvo compuesto por especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la Universidad Nacional Autónoma de México, a través de sus Institutos de Geociencias y Geología, así como la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional. Estos expertos han estado trabajando en el proyecto "Protección Técnica y Legal del Patrimonio Paleontológico en el estado de Coahuila", que busca preservar y estudiar los ricos yacimientos paleontológicos de la región.


Durante el Cretácico, los dinosaurios eran los vertebrados dominantes y se diversificaron significativamente. Los grupos notables incluyen los terópodos como Tyrannosaurus rex y los saurópodos como Brachiosaurus.


La historia de este descubrimiento comenzó en 2015, cuando la comunidad local denunció la presencia de una cantera en el Ejido Luna, cerca de Ramos Arizpe, Coahuila. En esta cantera, llamada Lala?s Place, se encontraron restos de un dinosaurio pico de pato, incluyendo huesos de las patas traseras, como el fémur y la tibia izquierdos, metatarsos y una falange de la pata derecha. También se hallaron elementos del esqueleto axial y un fragmento del parapeto del maxilar, permitiendo a los científicos identificar que todos estos restos pertenecen a un solo dinosaurio.

El análisis paleontológico, liderado por el paleontólogo Carlos Venegas Gómez y coautores como la paleontóloga del INAH, Felisa Aguilar Arellano, y los doctores Berlain Ortega Flores, Emilio Estrada Ruiz y Víctor Adrián Pérez Crespo, ha revelado detalles cruciales sobre la actividad de los escarabajos derméstidos en el Cretácico. El estudio tafonómico, cuyos resultados fueron publicados en la revista Journal of South American Earth Sciences en el artículo "Registros icnológicos asociados a escarabajos derméstidos en huesos de dinosaurios", ha mostrado que los escarabajos derméstidos ya eran insectos necrófagos en ese tiempo, alimentándose y reproduciéndose en los cadáveres de dinosaurios.


A través de la tafonomía, se estudió el proceso de fosilización del pico de pato y se identificaron huellas asociadas a escarabajos derméstidos, denominadas tipo Pozo de Clase 1 y 2, los cuales solo se han registrado en experimentos con organismos actuales.


Estos escarabajos dejaron rastros únicos, como surcos y túneles, en los huesos del dinosaurio. Las huellas indican que el cadáver estuvo expuesto a un ambiente subaéreo durante unos 20 o 30 días antes de ser enterrado. Durante este tiempo, los adultos derméstidos se alimentaban y se reproducían, mientras que las larvas excavaban cámaras para protegerse del canibalismo. Esta evidencia proporciona una visión valiosa del proceso de descomposición y de la vida en el Cretácico.

Los restos fósiles fueron examinados con lupa y microscopios estereoscópicos, permitiendo a los investigadores medir y comparar los rastros en detalle. La información obtenida no solo contribuye a entender el proceso de descomposición del dinosaurio, sino que también ayuda a conocer más sobre la vida en el final del Cretácico y la era Mesozoica.

El control estratigráfico de la cantera en Lala?s Place mostró que los fósiles pertenecen a la Formación Cerro del Pueblo, que data del Campaniano-Maastrichtiano, hace aproximadamente 69 millones de años. Esta confirmación refuerza la importancia del sitio en la investigación paleontológica y proporciona un contexto más amplio sobre la era de los dinosaurios en México.



El estudio reveló la presencia de otras icnoespecies como Cuniculichnus seilacheri, Cubiculum atsintli y Cubiculum cooperi, pero fue Cubiculum subcorticalis la que se destacó como una nueva icnoespecie. Esta especie se caracteriza por un patrón de alimentación y pupación que ofrece una perspectiva única sobre los comportamientos de los insectos antiguos.


El estudio de estos rastros de bioerosión de insectos en huesos de dinosaurios es aún relativamente raro, y este descubrimiento en México representa solo el segundo registro de este tipo en la Formación Cerro del Pueblo de Coahuila. Esto subraya la importancia de continuar con estas investigaciones para obtener una comprensión más profunda del pasado remoto de nuestro planeta.

Felisa Aguilar Arellano, paleontóloga del INAH, destacó que este estudio no solo enriquece el registro fósil en México, sino que también impulsa la creación de nuevos proyectos de investigación nacional. La colaboración entre diferentes instituciones y expertos es crucial para avanzar en el conocimiento científico y entender mejor la historia de la vida en la Tierra.






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