Por: Leticia Alcántara
Es una red preferida por los jóvenes. El lugar perfecto para seducirlos y mostrar lo que pueden obtener en las filas de crimen organizado.
Organizaciones de protección a la infancia señalan que más de 40 mil niños, niñas y adolescentes están ya en manos de grupos del crimen organizado en México.
Es el testimonio de un menor reclutado,"¿Cuánto me va a pagar?", le pregunté, "Ellos (el cártel) me dijeron que van a ser quince mil a la semana, van a ser para ti", ¡quince mil pesos!, nunca había visto tanto dinero junto, era muchísimo, así que acepté sin dudarlo".
La cifra puede ser mayor. Encuestas revelan que 10% de la población de 13 a 15 años ha recibido una invitación para unirse a grupos delictivos organizados.
Juan Martín Pérez García, coordinador regional de Tejiendo Redes Infancia, América Latina y el Caribe, denuncia, "hay un subregistro en el crimen de reclutamiento no tenemos datos para saber cuánto se ha incrementado pero sí hay cada vez más crímenes de alto impacto que están vinculados a grupos criminales en los centros de internamiento".
Los menores reclutados tienen entre 9 y 11 años de edad y dependiendo de su edad se les asignan tareas desde ser informantes, cuidar casas de seguridad, empaquetar droga, asesinar o secuestrar.
Estos niños son coercionados con engaños, amenazas, violencia, intimidación y manipulación por parte de los líderes, e incluso llegan a ser abusados y explotados por los adultos de mayor rango y negarse a participar les puede costar la vida.
Pese a ello, el delito de reclutamiento no está tipificado.
Pérez García, señala, "a pesar de que hace 12 años la el Comité de Derechos de Niño recomendó al estado de mexicano de hacer la tipificación del reclutamiento forzado se ha negado sistemáticamente hacerlo".
Esta situación reclama urgencia pues en los últimos 5 años la cifra de niños desaparecidos se ha triplicado y las muertes en menores de edad creció 100%.
Tanía Ramírez, directora ejecutiva de la Red por los Derechos de la Infancia REDIM, advierte, "una sociedad que no abraza y que no acompaña a la niñez en el ejercicio de sus derechos que no levanta la voz por ellas y por ellos o con ellas y con ellos en la demanda de sus derechos es una sociedad que no le está apostando por lo humano".