Más de 180 muertos por terremotos en Afganistán
Al menos 180 muertos y cientos de heridos es el saldo de siete terremotos de hasta 6.3 grados registrados el sábado en el distrito de Zinda Jan, en la provincia de Herat, en Afganistán.
El director del hospital regional de Herat, Mohammad Arif Jalili, destacó que el balance de víctimas podría aumentar en las próximas horas ya que continúan las labores de rescate en la zona.
Las autoridades temen que cientos de personas hayan muerto, pues siete aldeas de Zinda Jan, epicentro del seísmo, "están completamente destruidas".
Por su parte, la ONG Médicos Sin Fronteras dijo estar apoyando la atención médica del hospital regional de Herat, "donde han llegado más de 300 heridos", según informó en la red social X, antes Twitter, aunque se desconoce si están incluidas en el balance ofrecido por las autoridades afganas.
Cinco temblores en una hora
Afganistán sintió en esta jornada al menos siete temblores. El primero de todos, el de mayor magnitud, ocurrió a las 12:11 a 14 kilómetros de profundidad y a 33 kilómetros de la ciudad de Zindah Jan, ubicada en la provincia de Herat.
Le siguieron cuatro réplicas consecutivas de 5,5; 4,7; 6,3; y 5,9 respectivamente en un lapso de una hora.
El cuarto seísmo, también de 6,3 grados, se registró a unos diez kilómetros de profundidad y a unos 29 kilómetros de Zindah Jan.
Más tarde, el servicio de sismología estadounidense sintió otros dos temblores casi una hora después en la provincia de Herat de 4,8 y 4,9 grados, respectivamente.
El país asiático se encuentra entre los más propensos a desastres naturales, al estar situado en la cadena montañosa del Hindu Kush, un punto de gran actividad sísmica y habitual punto de origen de movimientos telúricos en la región.
Sin embargo, Afganistán cuenta con una población muy vulnerable, mayormente pobre, además de carecer de infraestructura suficiente para hacer frente a desastres como inundaciones o terremotos.
A finales de junio del año pasado un terremoto similar de magnitud 5,9 en las provincias afganas orientales de Paktika y Khost, fronterizas con Pakistán, provocó la muerte de más de mil personas.