México celebra proyectos que transforman el futuro ecológico
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) ha celebrado la entrega de los reconocimientos del Premio al Mérito Ecológico 2023, un evento que destaca las contribuciones significativas hacia la sustentabilidad en México. Este premio, que se otorga desde 1993, busca reconocer a personas, comunidades, instituciones públicas y privadas, así como a organizaciones de la sociedad civil que han implementado proyectos ambientales de impacto.
En esta edición, se recibió un total de 128 candidaturas, de las cuales se premiaron cinco iniciativas en las categorías de Comunitaria, Cultura y Comunicación Ambiental, Educación Ambiental Formal, Individual e Investigador. La titular de Semarnat, María Luisa Albores González, subrayó la importancia del trabajo realizado por los 3,580 candidatos que han participado a lo largo de los años. Aunque solo 132 han sido galardonados, cada uno de estos proyectos ha contribuido al bienestar del país y al fortalecimiento de la conciencia ambiental entre la población.
La convocatoria para el Premio al Mérito Ecológico se difunde a través del Centro de Educación y Capacitación para el Desarrollo Sustentable, en cumplimiento con lo estipulado en la Ley de Premios, Estímulos y Recompensas Civiles.
Las premios enfocadas en la ecología son importantes para fomentar la protección del medio ambiente en México, un país megadiverso que alberga una gran variedad de ecosistemas, como desiertos, bosques nublados, arrecifes de corales y lagunas costeras. Esta riqueza se debe a su ubicación geográfica.
México es un laboratorio natural para estudios ecológicos, con aproximadamente el 12% de las especies conocidas del mundo
La historia de la conservación en México se remonta a mediados del siglo XIX, con la veda del Mineral del Chico en Hidalgo y la protección del Desierto de los Leones en 1876, este último declarado como el primer Parque Nacional en 1917. Instituciones clave, como el Instituto Nacional de Ecología (hoy Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático), fundado en 1991, y la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) en 1992, han sido fundamentales en los esfuerzos de investigación.