Esta mañana salió del albergue en el Parque de La Solidaridad la caravana migrante integrada por 600 migrantes que llegó la noche del sábado en donde se les brindó alimentación, atención médica y sanitaria.
Un caso es el de la familia de René y Fátima, quienes el pasado 14 de enero salieron de El Salvador, junto con su niña de un año y su hijo de 6.
René trabajaba en un supermercado y ganaba el equivalente a 200 dólares al mes, que solo ajustaban para una semana de comida. Dicha situación aunada a las amenazas de las pandillas, los obligaron a dejar su tierra.
"Salimos por la delincuencia que hay en El Salvador, y falta de trabajo, porque hay poco trabajo. Eso casi para nada como para una semana y unos dos días, nomás alcanzaba el dinero, de ahí prestado para seguir comiendo hasta que se llegará la quincena o el mes. Tuvimos una amenaza parte de los pandilleros.
Pese a que el camino ha sido largo y cansado, no han tenido mayores problemas desde Chiapas hasta Jalisco, salvo en el estado de Guanajuato, en donde, señalan, la policía impedía a los automovilistas que les dieran aventón.
"Nos han dejado que caminemos. No dejan que pidamos ride ni nada. Sí agarramos una pickup y nos da raite llega la patrulla y nos hacen que nos bajaramos para que caminaramos, le iban a quitar la licencia al automovilista".
René y su esposa tienen la esperanza de cruzar la línea y llegar hasta Denver, en Colorado, a pesar de las acciones restrictivas que el presidente Donald Trump ha implementado en la frontera.
"Sí hay la esperanza bastante. Más que todo porque somos familia. Supuestamente el señor no quiere ni a las familias, pero tal vez nos podamos quedar allá"
Este mediodía, la caravana migrante integrada por 602 personas fue trasladada en camiones custodiados por policías estatales hasta La Venta del Astillero, en Zapopan. A partir de ahí ellos continuaron su ruta caminando y en aventón rumbo a Nayarit.