Nuevo misil ruso Oreshnik acelera tensiones con Europa y EE.UU
Rusia ha revelado un nuevo misil balístico de alcance intermedio, llamado "Oreshnik", el cual sorprendió al mundo por su capacidad nuclear y su existencia desconocida hasta ahora. Este misil, que se encuentra en una fase experimental, fue utilizado en una prueba en condiciones de combate y representa una evolución preocupante en el arsenal de Rusia.
El presidente ruso, Vladimir Putin, detalló que "Oreshnik" tiene un alcance medio, capaz de alcanzar objetivos entre 3,000 y 5,500 kilómetros de distancia. Aunque no entra en la categoría de misiles intercontinentales, que tienen un alcance superior a los 5,500 km, el misil tiene la capacidad de amenazar casi toda Europa y, en caso de ser disparado desde el Extremo Oriente de Rusia, podría llegar a la costa oeste de Estados Unidos. Este avance ha generado preocupaciones internacionales sobre las nuevas dinámicas armamentísticas.
Según Putin, el misil tiene una velocidad impresionante de Mach 10, lo que equivale a 2.5 a 3 kilómetros por segundo, o cerca de 12,350 km por hora. Esta velocidad convierte al "Oreshnik" en un objetivo extremadamente difícil de interceptar para los sistemas de defensa aérea y antimisiles actuales, como los desplegados por Estados Unidos en Europa. Además, el misil estaría diseñado con múltiples ojivas que siguen trayectorias independientes, lo que hace aún más difícil su interceptación.
El "Oreshnik" está basado en el modelo ruso RS-26 Rubezh, un misil balístico intercontinental que fue suspendido en 2018 debido a la falta de recursos para su desarrollo conjunto con otros sistemas de armas más avanzados. Sin embargo, este nuevo misil ha sido presentado como parte de una tecnología de misiles que combina velocidad y capacidad destructiva, lo que aumenta su efectividad en escenarios de guerra.
La prueba de este misil, lanzada desde la región de Astracán en Rusia, impactó la ciudad de Dnipró en Ucrania, a casi 1,000 km de distancia. Este ataque ha sido interpretado como una demostración del poderío militar de Rusia en medio del conflicto con Ucrania, y sus implicaciones geopolíticas podrían ser significativas, ya que plantea una amenaza directa no solo para Ucrania, sino para otras regiones de Europa y Norteamérica.
El "Oreshnik" también es parte de una serie de pruebas que indican que Rusia podría estar desarrollando armas de alcance más amplio, lo que genera inquietud en los analistas internacionales. Las relaciones entre Rusia y Occidente, ya tensas por la invasión de Ucrania, podrían verse aún más afectadas si este misil y otros similares entran en producción a gran escala.
El contexto de esta nueva amenaza se agrava aún más por la salida de Estados Unidos del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio en 2019. Este tratado, firmado en 1987 durante la Guerra Fría, prohibía a ambos países desarrollar misiles de medio alcance.
La decisión de Donald Trump de retirarse del acuerdo permitió que Rusia reanudara el desarrollo de este tipo de armamento, lo que ha reavivado la carrera armamentística a nivel mundial.