Donald Trump, el expresidente de Estados Unidos, ha estado envuelto en múltiples controversias a lo largo de su carrera política y empresarial, algunas de las cuales continúan siendo tema de debate mientras se prepara para asumir la presidencia nuevamente. A continuación, se ofrece un recopilado de los escándalos que han marcado su trayectoria.
El primer gran escándalo de Donald Trump ocurrió en 2009, cuando era copropietario del concurso de Miss Universo. En ese momento, el coreógrafo Michael Schwandt acusó a Trump de manipular la selección de la ganadora y de las semifinalistas. Este hecho levantó sospechas sobre la credibilidad del concurso. Sin embargo, Paula Shugart, presidenta de la organización en ese entonces, salió en defensa de Trump, asegurando que no tenía nada que ver con la votación final.
Antes de entrar de lleno en la política, Trump ya era una figura mediática conocida por sus comentarios controversiales. Uno de los episodios más notorios ocurrió cuando comenzó a cuestionar el lugar de nacimiento del entonces presidente Barack Obama. Trump alegó públicamente que Obama podría no haber nacido en Estados Unidos y aseguró que estaba pagando a investigadores privados para confirmar esa hipótesis. Además, puso en duda la matriculación de Obama en la Universidad de Harvard, lo que sumó más polémica a su figura.
En 2015, Trump se embarcó en un nuevo escándalo cuando, durante su campaña presidencial, hizo comentarios despectivos sobre los inmigrantes latinos. Aseguró que muchos de los inmigrantes que llegaban a Estados Unidos venían a "robar" y "matar". Estas declaraciones provocaron la condena de muchos, incluyendo a Paulina Vega, la ganadora del certamen de Miss Universo 2015, quien era de origen colombiano. Vega expresó que los comentarios de Trump eran injustos e hirientes, utilizando su plataforma para mostrar su apoyo a la comunidad latina. Trump, por su parte, respondió llamándola "hipócrita" y defendiendo su postura sobre la inmigración ilegal, aunque también insistió en que Vega conservaría la corona que había sido parcialmente patrocinada por él.
El escándalo de Miss Universo continuó alimentándose cuando Alicia Machado, una exganadora del certamen, reveló que había tenido una "desagradable" experiencia trabajando con Trump. Según Machado, el trato que recibió del magnate mostró claros signos de racismo, llegando a compararlo con Adolf Hitler. Estas acusaciones contribuyeron a la imagen negativa de Trump durante la campaña presidencial de 2016.
Uno de los escándalos más grandes que afectaron a Trump en la recta final de la campaña presidencial de 2016 fue la revelación de una grabación de 2005 en la que Trump, hablando con el presentador Billy Bush, se jactaba de sus actitudes hacia las mujeres. En el video, Trump decía que "puedes hacerles lo que quieras cuando eres una estrella" y se jactaba de intentar tener relaciones sexuales con mujeres casadas. Tras la publicación de la grabación por The Washington Post, Trump se disculpó públicamente, argumentando que sus palabras, dichas más de una década antes, no reflejaban la persona que era. Sin embargo, en ese mismo momento, Trump acusó a su contrincante en esa elección, Hillary Clinton, y a su esposo, Bill Clinton, de abuso sexual.
En 2018, se revelaron más detalles sobre las relaciones extramaritales de Trump. Se dio a conocer que, en la recta final de su campaña contra Hillary Clinton, sus abogados habían pagado $130,000 a la estrella de cine porno Stormy Daniels (Stephanie Clifford) para que no revelara detalles sobre un encuentro sexual que ambos tuvieron en 2006. El hecho salió a la luz, revelando que Trump había engañado a su esposa Melania Trump, con quien se casó en 2005. Aunque Trump y su equipo inicialmente negaron las acusaciones, estas continuaron siendo un tema recurrente en los tribunales.
Poco después, en 2018, Karen McDougal, una exmodelo, también acusó a Trump de haber tenido una relación extramarital con ella en 2006, meses después del nacimiento de su hijo Barron. McDougal reveló que también fue pagada para mantener en secreto su encuentro sexual con Trump, lo que generó aún más especulación sobre la vida privada del expresidente.
En 2016, Trump enfrentó otro escándalo relacionado con la Trump University, una institución educativa que fue objeto de demandas por parte de antiguos estudiantes. Los demandantes acusaron a la universidad de prácticas fraudulentas y de proporcionar materiales de baja calidad. En particular, se descubrió que los manuales de la universidad incluían instrucciones sobre cómo evadir investigaciones de las autoridades, lo que alimentó la desconfianza sobre la integridad del negocio. Trump defendió la institución, asegurando que solo había autorizado el uso de su nombre, aunque era el propietario de la misma.
En 2024, la situación de Trump empeoró aún más cuando fiscales federales revelaron que había guardado documentos clasificados de su mandato en la Casa Blanca en su residencia en Mar-a-Lago, Florida, tras dejar la presidencia. Entre los documentos incautados por el FBI había información ultrasecreta sobre las capacidades nucleares de Estados Unidos y otros temas sensibles. A pesar de la gravedad de la acusación, el caso fue finalmente desestimado debido a la naturaleza de su posición política, lo que levantó muchas críticas sobre la equidad del proceso legal.
En agosto de 2020, se filtró una grabación de su hermana, Mary Trump, en la que afirmaba que Donald carecía de preparación y calificaba como cruel su política de separación de familias migrantes en la frontera. Además, reveló que Trump había ingresado a la Universidad de Pensilvania gracias a la ayuda de alguien que le hizo los exámenes.
Además de los escándalos personales y familiares, Trump continuó siendo criticado por sus posturas políticas, especialmente en lo que respecta a la inmigración. En septiembre de 2024, durante un debate con Kamala Harris, Trump hizo comentarios xenófobos sobre los inmigrantes haitianos, alegando que habían secuestrado mascotas en Springfield, Ohio, para comérselas. Este tipo de declaraciones avivó aún más la polarización en torno a su figura.
Mientras tanto, Trump ha continuado siendo objeto de amenazas a su seguridad. El 13 de julio, durante un mitin de campaña en Pensilvania, Trump fue víctima de un tiroteo en el que murió un asistente de seguridad, y otros dos resultaron gravemente heridos. El sospechoso del ataque fue abatido por el Servicio Secreto. En el momento del tiroteo, Trump estaba hablando al aire libre cuando se escucharon los disparos. Los agentes de seguridad rápidamente lo protegieron y lo evacuaron del lugar mientras Trump fue visto con sangre en la cara, pero levantando el puño hacia la audiencia en señal de resistencia.
El 16 de septiembre, otro incidente de seguridad tuvo lugar en el campo de golf de Trump en Florida. Un hombre armado fue detectado por agentes del Servicio Secreto, quienes vieron el cañón de un rifle apuntando hacia Trump desde entre los arbustos. Los agentes dispararon contra el atacante, quien logró escapar, pero fue detenido más tarde. Este incidente evidenció los continuos riesgos a los que se enfrenta el expresidente debido a su estatus como figura polarizadora.
Recientemente, ya como presidente electo, Trump ha vuelto a ser protagonista de controversias debido a las acciones que ha propuesto tomar al asumir el cargo el 20 de enero de 2025. Una de las propuestas más sorprendentes fue su declaración de que Canadá debería convertirse en un estado de Estados Unidos. Trump argumentó que Canadá no cumple con su obligación como miembro de la OTAN de destinar al menos el 2% de su PIB a la defensa, y que depende de las fuerzas estadounidenses para su seguridad. A raíz de esta declaración, también planteó la compra de Groenlandia, argumentando que su país necesita ese territorio por razones de seguridad económica, al igual que Panamá. Sin embargo, expertos sugieren que Trump podría estar más interesado en los vastos recursos naturales de Groenlandia, incluidos los metales raros, que podrían volverse más accesibles debido al cambio climático. Además, Trump propuso cambiar el nombre del Golfo de México a "Golfo de América", argumentando que América es una "zona hermosa" que abarca un vasto territorio, y que este cambio representaría el inicio de una "nueva etapa dorada para Estados Unidos".
A principios de 2025, Trump aprovechó un caso trágico para reforzar su postura sobre la inmigración. En respuesta al asesinato de una mujer llamada Laken Riley, llevada a cabo por un inmigrante venezolano indocumentado en Georgia, Trump impulsó la Ley Laken Riley, que autoriza el encarcelamiento de inmigrantes indocumentados que cometen delitos no violentos con el fin de proceder a su deportación. Esta ley, que se convirtió en una de las piedras angulares de su discurso, ha sido fuertemente criticada por los defensores de los derechos humanos.