28 personas murieron a causa de las graves inundaciones y deslizamientos de tierra en el estado de Kerala, en el sur de India.
Las calles se convirtieron en caudalosos ríos que provocaron la ruptura de puentes, varios vehículos fueron arrastrados, las casas resultaron gravemente dañadas. Varias presas están llegando a su capacidad máxima y se prevén más lluvias.
El meteorólogo indio K.J. Ramesh asegura que el aumento de las precipitaciones estaba relacionado con el cambio climático y los océanos más cálidos.
"Esta es definitivamente una señal de lo que vendrá", advirtió.
Al menos 23 personas murieron en los distritos de Kottayam e Idukki, entre los más afectados. Más de 9.000 personas se refugiaron en más de 200 campamentos en todo el estado, dijeron las autoridades.
Las fuertes lluvias fueron el resultado de un área de baja presión que se formó sobre el sureste del mar Arábigo y Kerala.
La Fuerza Nacional de Respuesta a Desastres y el Ejército desplegaron equipos en Kerala para rescatar a las víctimas.