Plazas, calles y jardines de la capital mexiquense se convierten en ceniceros gigantes para habitantes de la ciudad ante la gran cantidad de colillas de cigarro que son desechadas diariamente.
En promedio 65 por ciento de las colillas de cigarrillo terminan en el suelo y representan el 30 por ciento de la basura recogida de calles, plazas, jardines y andadores, esto de acuerdo a un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México.
De acuerdo a la organización Ocean Conservacy, una sola colilla puede contaminar hasta 50 litros de agua potable, así al encontrarse en calles y coladeras, además de contribuir a encharcamientos, pueden llegar a sistemas de agua potable, pozos o mantos acuíferos, con un impacto devastador.