Ocho de cada diez muertes fetales en México ocurrieron antes del parto, según el informe del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Durante el año pasado, se registraron 23,541 muertes fetales, lo que corresponde a una tasa nacional de 67.5 por cada 100,000 mujeres en edad fértil.
La muerte fetal definida por la OMS, como la muerte previa a la expulsión o extracción completa del producto de la concepción, independientemente de la edad de la duración del embarazo Según la edad gestacional debe ser a partir de las 22 semanas de gestación o un peso al momento del nacimiento mayor de 500 gramos. La frecuencia de muerte fetal varía, siendo estimada en 1% de todos los embarazos, afecta alrededor de 3 millones de embarazadas por año en todo el mundo, de las cuales el 98% ocurren en países de bajo y mediano nivel socio-económico.
El INEGI presentó en su informe de estadísticas fetales 2023 que la tasa de muertes fetales con la captación tradicional fue de 50.4 por cada 100,000 mujeres en edad fértil. Sin embargo, con la información adicional proporcionada por la Secretaría de Salud, esta tasa aumentó a 67.5.
El informe reveló que la Secretaría de Salud y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) atendieron al 73.1% de las madres con defunciones fetales, mientras que las unidades médicas privadas se encargaron del 13.1% de estos casos.
Las entidades federativas con las tasas más altas de muertes fetales fueron San Luis Potosí (92.8), Durango (91.1) y el Estado de México (89.0). En contraste, las tasas más bajas se registraron en Oaxaca (30.4), Zacatecas (41.6) y Campeche (44.1).
En términos de la edad gestacional, las muertes fetales intermedias (de 20 a 27 semanas) representaron el mayor número de casos con un 36.4%. Las muertes tardías (de 28 semanas o más) siguieron con un 35.4%, mientras que las muertes precoces (de 12 a 19 semanas) constituyeron el 27.8% restante.
En cuanto a la edad de las mujeres afectadas, el INEGI observó que el grupo con mayor número de embarazos complicados que terminaron en muerte fetal fue el de 20 a 24 años, con un 24.1%. Este grupo fue seguido por el de 25 a 29 años (23.4%) y el de 30 a 34 años (19.3%). En total, estos tres grupos de edad representaron el 66.8% de las muertes fetales.
El informe también mostró que el 97.1% de las mujeres eran de nacionalidad mexicana, mientras que el 0.9% era extranjera y el 2% no especificó su nacionalidad. Las principales causas de muerte fetal incluyeron afectaciones al feto por factores maternos y complicaciones durante el embarazo, el trabajo de parto y el parto mismo, con un 45.9%. Otros trastornos originados en el período perinatal representaron el 25.7%.
La salud de la madre también puede ser una causa de la mortalidad fetal. Se estima que un 10% de las muertes fetales de todo el mundo se producen como resultado de la obesidad, la diabetes y la hipertensión. Otros factores relacionados con la madre, como su edad o si es fumadora, también pueden aumentar el riesgo de que se desarrollen enfermedades maternas o de que el bebé nazca muerto.
El 81.7% de las muertes fetales ocurrió antes del parto, el 17.2% durante el mismo y el 1.1% restante no especificó el momento. En cuanto a la atención médica prenatal, el 81.4% de las mujeres que enfrentaron una muerte fetal recibió atención, mientras que el 15.3% no la recibió y el 3.3% no especificó. De las mujeres que recibieron atención, el 64.6% tuvo entre una y cinco consultas; el 30.2%, entre seis y 10; el 3.0%, entre 11 y 15; el 0.7%, entre 16 y 20; y el 0.1% recibió más de 20 consultas. El 1.4% restante no especificó la cantidad de consultas.
Respecto al procedimiento de expulsión o extracción, el parto vaginal fue el más común, con un 65.8% de los casos, seguido por la cesárea, que representó el 17.8%. En relación con la escolaridad de las madres, el nivel predominante fue secundaria (completa e incompleta) con un 34.2%, seguido por preparatoria (completa e incompleta) con un 30.6%. Juntos, estos niveles educativos representaron el 64.8% del total.
En 2021, aproximadamente la mitad de todos las muertes fetales ocurrieron en seis países: India, Pakistán, Nigeria, la República Democrática del Congo, Etiopía y Bangladesh, por orden de incidencia (de la más alta a la más baja).