El estado de México cruza por una crisis hídrica de dimensiones trascendentales.
Las presas del Sistema Cutzamala están en sus niveles más bajos. Los mantos freáticos están sobre explotados. Los bosques deteriorados y perturbados. Nos acercamos al día cero.
Hace 25 años, el gobierno mexiquense intentó evitar este escenario.
Durante la administración de Arturo Montiel se puso en marcha un programa llamado Fábricas de Agua. Se trató de acciones de conservación ecológica, para evitar que el agua se agotara. El objetivo era conservar y estimular al bosque para aprovechar el agua que generan las zonas forestales.
El crecimiento acelerado de la mancha urbana, el cambio climático, la deforestación y la sobreexplotación de los recursos hídricos ponen en riesgo nuestra disponibilidad del agua
En el Estado de México incrementó la sequía moderada y severa, lo que significa que las presas que abastecen los sistemas de agua potable estén agotadas.
Las políticas y acciones en favor del bosque para cuidar el agua quedaron hechas cenizas. Y sin bosque no hay agua.