Tras el aparatoso accidente de un autobús Oro en Izúcar de Matamoros en el que más de una veintena de pasajeros resultaron lesionados y 6 más fallecieron, el responsable de provocar la volcadura, Humberto N., se quitó la vida dentro de su celda en los separos de la misma entidad.
Se sabe que, el ahora occiso, aprovechó la distracción de los guardias y arrancó parte de su playera para fabricar una soga y colgarla de los barrotes para así ahorcarse; para cuando los custodios se dieron cuenta ya era demasiado tarde.
Versiones indican que Humberto subió al autobús en el paraje "Las Palomas", momentos más tarde se levantó de su lugar y preguntó al operador de la unidad si el autobús llegaba a la Ciudad de México.
Al cruzar palabras Humberto gritó "En nombre de Dios y de Jehová" y fue el momento en que le arrebató el volante y provocó el fatal accidente.